REKO procesa alrededor de 1,8 millones de toneladas de asfalto al año en su sede del puerto de Rotterdam. El asfalto de alquitrán de hulla se entrega por barco y se carga en el empujador BAS Mining 10×6 con neumáticos de montaje simple. El camión tiene 540 CV y un motor Euro 6 (que cumple las normas medioambientales más estrictas). El empujador arrastra el material hasta la zona de vertido, a 500 – 1000 metros de distancia, con una subida del 12%. REKO eligió este camión principalmente por su gran capacidad de 50 toneladas, lo que supone una alta productividad y eficiencia. ¿Por qué? Porque se necesitan menos camiones para descargar un barco. También se utiliza mucho menos gasóleo por tonelada, lo que supone un menor impacto en el medio ambiente. Además, la seguridad fue una razón importante para optar por este vehículo. El empujador es la forma más segura de descargar, porque el riesgo de volcar durante la descarga se reduce al mínimo. Debido a que el centro de gravedad se mantiene bajo, el camión también es muy estable.

MANTENIMIENTO
El mantenimiento de estos camiones correrá a cargo de REKO, junto con BAS Mining Trucks y Volvo Trucks Group Rotterdam (concesionario local de Volvo Trucks).

El gobierno holandés quiere eliminar el asfalto de alquitrán de «la cadena». REKO recibe el asfalto de alquitrán y lo limpia térmicamente. El producto que queda es el relleno ECO, la arena ECO y el granulado ECO en varias fracciones. Este material se vende después a la industria del asfalto y del hormigón. Cientos de miles de toneladas de asfalto con contenido de alquitrán ya han recibido una nueva segunda vida en el uso circular. El proceso es energéticamente neutro. De hecho, produce calor que se suministra, por ejemplo, a la calefacción de Westland y del distrito. Incluso los gases liberados durante la combustión del asfalto se capturan con cal y se transforman en bloques que pueden reutilizarse.